lunes, 4 de abril de 2011

Ven aquí, deja de pensar en el pasado, de hablarle al pasado; ven conmigo y no me sueltes la mano, yo siempre te tendré agarrada y muy fuerte. La única manera de la cual te podrás soltar, es eligiendo lo peor para mí, lo que más me dolería, irte de mi lado… Pero jamás me rendiría, seguiría luchando por volverte a tener y ser felices, ambos, toda nuestra vida.
Sigueme, ven conmigo. Nunca te sueltes de mi mano y vallamos a ser más felices aún.

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